La Pluma Abominable

View Original

Los adioses

Textos: Luisa Reyes Retana (@lreyesretana)
Ilustración: Julia Reyes (@julitareyes)

Los Adioses (en Amazon Prime desde el 24 de enero) es una película dirigida por Natalia Beristain que cuenta dos épocas intrincadas de la vida de la poeta chiapaneca Rosario Castellanos: su juventud más cercana a la vida adulta, en la que se asume como escritora y conoce a Ricardo Guerra, un estudiante de filosofía de quien se enamora perdidamente (Tessa Ía y Pedro de Tavira); y la vida adulta sin adjetivos, en la que Rosario ya es una escritora consagrada y Guerra un marido medio envidioso y obtuso (interpretan Karina Gidi y Daniel Giménez Cacho). 

La película cuenta que el amor que sintió por Guerra actuó como una fuerza tremenda en su vida, eventualmente adversa a su visión de sí misma y de su trabajo. Lo que se esperaba de una mujer en el ámbito del matrimonio y la familia en el México de aquella época (mediados del siglo XX) era incompatible con el oficio de la escritura, pero ella quiso ambas cosas—amor y trabajo—y no aceptó jamás que no pudiera tenerlas plena y simultáneamente. Desde sus trincheras ejerció dos feminismos; uno intelectual y otro de sobrevivencia. 

Hacer familia con Guerra y ser poeta se volvieron enemigos y el combate entre ellos, por decirlo de algún modo, fue a muerte. La película propone que su vida y su poesía estuvieron regidas por estas dos fuerzas antagónicas y complementarias, ella al centro, escindida por necesidad y por una circunstancia que no supo abrazar su complejidad.

Dos aspectos de la dirección me llaman la atención: El primero es que el lenguaje cinematográfico y la dirección actoral—de forma más contemplativa que pragmática—están al servicio del personaje, su escritura y su historia. Su función es más poética que dramática. Lo entendí como un acto generoso pero puntual por parte de Natalia Beristain. La fotografía se ejecuta impecablemente, las actuaciones son precisas y el guión está parcialmente secuestrado por la poesía de Castellanos (cuando el personaje está escribiendo, por ejemplo: la soledad trazó su paisaje de escombros, estamos en mitad de una escena en la que su soledad, en efecto, está trazando un paisaje de escombros). Los personajes, la historia y la poesía se comunican con naturalidad; la escritura de Rosario narra la historia y la indumentaria del cine la acompaña semi silenciosa, pero no desaparece. 

La otra cosa que me llamó la atención y más sinceramente, me conmovió, fue el uso de la poesía. Quizá fue porque Poesía no eres tú me acompañó durante la adolescencia. Pensé mucho en el significado de algunos versos y traté de imaginar en qué contexto los había escrito (hay metáforas que sigo descifrando, como la nube isócrona fija entre cuatro cirios y la sangre blancuzca en el tubo de ensayo). El bordado entre poemas e historia es arriesgado y protagónico y establece una dimensión justa de lo que la poesía significó en sus luchas y sufrimientos.  

Además de que le pone sustancia común—que todas entendemos dolorosamente bien—a la vida de Rosario Castellanos, Los Adioses es una película muy especial. Karina Gidi es una fuerza de la naturaleza, la foto es tremenda, el guión es justo, el arte generoso y la dirección tiene muy buena voz. No dejen de verla.

Luisa Reyes Retana es fundadora de Sicomoro Ediciones, una casa editorial independiente dedicada a la publicación de libros de arte y cocina. En 2017 su novela Arde Josefina la hizo acreedora al premio Mauricio Achar. Ha escrito textos para El País, Revista Proceso, Revista de la Universidad de México, Arte al Día y La Tempestad. Luisa estudió Derecho en el ITAM y es maestra en Derecho Comparado por la Universidad de Berkeley. Antes de dedicarse a los libros, trabajó como Secretaria de Estudio y Cuenta en la SCJN.

See this content in the original post