Disparando la mafia: una mujer en busca de la libertad
Por: María Álvarez (@memoriosa)
Ilustraciones: Julia Reyes Retana (@julitareyes)
“la belleza no es nada sino el principio de lo terrible”
Rilke
Shooting the Mafia es una oda al desafío que supone la vida y la obra de Letizia Battaglia (Palermo, Sicilia, 1935). En este largometraje documental vemos a una mujer en busca de la libertad, que a lo largo de su vida va dejando las estructuras impuestas por la sociedad para dejarse transformar profundamente por su entorno. De ser una joven rebelde, Letizia transita a ser una implacable testigo de su lugar y de su tiempo.
El título nos puede hacer pensar que la película se centra en su trabajo como periodista, por lo que es conocida esta fotógrafa italiana, pero Kim Longinotto (Londres, 1952) se enfoca en la intimidad de Battaglia, y en cada movimiento o relación que la llevan a encontrar una vocación y una mirada. A través de la construcción de este relato intimista vemos a una mujer que deja su matrimonio, que quiere ejercer sobre su cuerpo y vivir con sus ideas, sus amantes, sus ganas de ver más allá, de hacerse una imagen del mundo.
No cabe duda que documentar un fenómeno te transforma. Tal es el caso de Letizia Battaglia, que a los 40 años decide ser reportera de L’Ora de Palermo, iniciando una carrera –entre comillas– tardía para convertirse en la primera fotógrafa mujer en un diario italiano. Son los 60, y la Cosa Nostra tiene a Sicilia asolada en una oleada de crímenes y violencia cotidiana. Battaglia se encuentra haciendo fotografías de asesinatos y funerales todos los días. Las fotografías de Letizia son impactantes, contrastadas, profundas y bellas –y absolutamente desconcertantes porque están concebidas para dar información y testimonio, para documentar el sufrimiento y las pérdidas que provoca la violencia de la mafia. La composición y la luz, las expresiones de los retratados, la profundidad de campo que logra con sus imágenes produce escenas que se perciben como bellas, y sin embargo son brutales, están cargadas de dolor.
El documental va trazando la carrera de esta extraordinaria fotógrafa aparejada a la evolución de la violencia en Palermo. Pero a la vez que nos habla de los Capos, también nos contextualiza, nos pone música italiana llena de referencias populares, películas viejas en blanco y negro, y nos devuelve constantemente a la intimidad de la mujer con sus historias de amor y desamor a lo largo de más de 50 años. El reporteo, la documentación de la violencia de primera mano acaba por transformarla, y de fotografiar a la mafia se convierte también en activista política.
Longinotto nos muestra una mujer cuyas decisiones personales son desafiantes, libres, vitales, nítidas e incómodas como sus fotos. Desde muy chica Battaglia es una mujer transgresora, amenazada por la masculinidad, que decide dejar a la familia, vivir el amor con hombres muchos años más jóvenes que ella, ejercer un oficio peligrosísimo. Es su fuerza vital, su búsqueda de la libertad, la que le otorga una intimidad inquietante a sus fotografías, que nada tienen del glamour del genero del cine de mafiosos, sino un crispado blanco y negro: la vida y la muerte, la sociedad vista en esos cuerpos. Al atreverse a mostrar la belleza de la muerte, ella misma pone en entredicho la belleza de sus tomas. Sabe que es terrible. Sabe que no se puede ser indiferente. No siempre está contenta con sus fotos. A los 85 años Letizia Battaglia sigue cuestionándolo todo.
María Álvarez nació en la Ciudad de México en 1977. Estudió letras hispánicas en la UNAM y literatura comparada en la Universidad de Sussex. Es editora y gestora cultural desde hace casi 20 años de manera independiente. En 2013 fundó Sicomoro ediciones, cuya vocación principal es la de publicar libros (de arte, de cocina, de arquitectura) que pretenden ser exploraciones estéticas, cuya identidad entre materia y texto lo hagan un objeto de curiosidad y deseo. Ha trabajado con y para instituciones públicas y privadas como la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Abierto Mexicano de Diseño, UBS, el Centro Nacional de Prevención del Delito, la productora Nao films, el Canal Once, el Museo de la Ciudad de Querétaro, el Fondo de Cultura Económica, entre otras.
Julia Reyes Retana C. es arquitecta, aunque nunca se ha dedicado a la arquitectura. Tiene un taller y marca de costura “Chocochips Costura de Estación” dedicado a la producción de objetos textiles y a la impartición de cursos de costura y técnicas textiles. Dibuja desde que tiene memoria y la ilustración es la base de la que germinan todos sus proyectos, dibujos que se transforman en cosas. Actualmente dibuja todos los días y a todas horas.