El cuerpo de la mujer como campo de batalla: Birth Wars

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Texto: María Álvarez Reyes Retana (@memoriosa)
Intervención de foto: Julia Reyes Retana (@julitareyes)

No sé qué tanto se necesita haber parido y ser mamá para saber que ese momento en que una personita transita de adentro hacia afuera del cuerpo que lo sostuvo durante meses es crucial, mágico, misterioso, y a la vez, lo más común del mundo: así es como llegamos todas y todos.

Por más que se quiera planear, el parto sucede sin que podamos controlar sus tiempos y sus formas, y como pacientes –parturientas– no podemos hacer mucho más que colaborar con lo que nos pide el cuerpo, el instinto, la naturaleza. Sin embargo, como en todos los ámbitos de la realidad, la estructura patriarcal de la sociedad no puede aceptar estas señales y dejarse guiar por la intuición. El sistema diseñado por los hombres quiere controlar nuestros cuerpos y sus procesos, los cuerpos de las mujeres, como si no fueran propios sino un envase de la reproducción de la especie.

En Birth Wars seguimos de cerca a Rafaela, una joven partera de guerrero, y a Guadalupe, una experimentada partera de Chiapas, en sus labores. Se les contraponen la falta de respeto, la falta de reconocimiento a su trabajo, el desempleo, la precarización. Las mujeres embarazadas y en labor de parto son víctimas de la indiferencia, la falta de empatía, la negligencia y la agresión directa de los doctores. Todas las formas de la violencia se concretan en ese momento de mayor vulnerabilidad pero también de mayor poder. Hay un deseo de sometimiento y de control patente de parte de los médicos. Los doctores están a la defensiva, muchas veces en situaciones muy precarias también, pero sin herramientas para la empatía ni deseo de trabajar en conjunto con las parteras. En algún momento de la película vemos a un ginecólogo regañando a una mujer en labor de parto: ‘no grites porque le haces daño a tu bebé’. 

Esta situación es la que vemos en Birth Wars, el largometraje documental de Janet Jarman en donde retrata la cruda realidad de los nacimientos en zonas de extrema precariedad económica en México. Vemos casos en Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Guerrero. El hilo conductor del documental es la batalla que se libra entre la visión de los médicos –generalmente hombres– y las parteras –siempre mujeres–. Es una guerra que se libra en los cuerpos de las mujeres más pobres de nuestro país, en donde no gana nadie. Dos mujeres mueren en México al día por problemas relacionados con complicaciones del embarazo y del parto. Y 45 de cada cien nacimientos son por cesárea, muchas veces sin que haya ninguna necesidad, y aumentando el riesgo de complicaciones y recuperación post-parto.

Ojalá este documental llegue a los ojos de quienes toman decisiones en salud pública en nuestro país, y en otros países con situaciones similares, pues es evidente que la partería puede solventar problemas de salud pública y reducir las tasas de mortalidad materna, al tiempo que debe convertirse en un trabajo reconocido y remunerado dignamente.

Birth Wars fue parte de la programación en línea de Ambulante en Casa durante mayo y ahora está disponible de forma gratuita hasta el 12 de noviembre en las plataformas de FilminLatino y Cinépolis Klic. Pueden ver el trailer acá.

María Álvarez nació en la Ciudad de México en 1977. Estudió letras hispánicas en la UNAM y literatura comparada en la Universidad de Sussex. Es editora y gestora cultural desde hace casi 20 años de manera independiente. En 2013 fundó Sicomoro ediciones, cuya vocación principal es la de publicar libros (de arte, de cocina, de arquitectura) que pretenden ser exploraciones estéticas, cuya identidad entre materia y texto lo hagan un objeto de curiosidad y deseo. Ha trabajado con y para instituciones públicas y privadas como la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Abierto Mexicano de Diseño, UBS, el Centro Nacional de Prevención del Delito, la productora Nao films, el Canal Once, el Museo de la Ciudad de Querétaro y el Fondo de Cultura Económica, entre otras.

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