Un aullido colectivo por las infancias y juventudes trans

Insistiendo.jpeg

Texto: Lía García, La Novia Sirena (@cucaracha_debarrio)

Ilustración: Julia Reyes Retana (@julitareyes)


Esto es para ti. Que hoy volviste a abrir tus ojos al mundo y a estirar tu cuerpo como los lobos que corren por el bosque hasta encontrarse con la luna más brillante para aullar su resistencia: aullemos en cada rincón de este territorio vivo.

¡Aquí está la resistencia trans! ¡Somos todxs, somos más! ¡Ley de identidad a las infancias y juventudes trans! ¡Nada sin nosotrxs! ¡Justicia trans ahora!

 

¿Sabrá la luna que su transformación es tan hermosa? ¿Acaso será que está llena de nuestros sueños y por eso es tan inmensa? Todos los insectos bailan y cantan en la noche por la felicidad de verla transformarse, una y otra vez. Todas las veces posibles y más. 

 

¿Escuchas? La manada de lobos existe porque no dejan a nadie atrás. Si tú corres, yo correré contigo; si tú caes, caeremos. Estamos juntxs y eso es lo que temen de nosotrxs. Te quiero porque todo lo que tocas, lo transformas con ternura. 

 

Este es nuestro momento y no daremos ni un paso atrás. Cierra tus manos con fuerza. Levantemos nuestros puños como símbolo de resistencia y memoria. Imaginemos que ahí hay un pájaro que está listo para abrir sus alas y entregarse al viento. Abre tus manos a la libertad.

 

¡A la vergüenza y al miedo les salieron alas!

 

Te dedico estas palabras porque quiero agradecer tu existencia y tu lucha. Te escribo con todo mi cuerpo; nos imagino frente a frente, tomadxs de las manos, mirando nuestras sonrisas y dejando que nuestras lágrimas caigan como un río pequeño que cada vez se hace más y más grande, como una cascada.

 

¿Has probado tus lágrimas? Son saladas, muy saladas, como el agua de mar. Ese lugar que es como nosotrxs: profundo, cálido, en movimiento y lleno de vida.

 

Cada vez que lloramos, por la alegría de estar vivxs, o por tristeza, o por rabia, miles de flores están creciendo allá afuera; en el asfalto, en las grietas, en los campos más verdes donde nadie puede cortarlas. Si alguien intenta hacerlo contigo, recuerda que tu raíz está intacta. Volverás a florecer. 

 

El árbol más bello nos ha dicho que sus hojas han de caer, una por una, sólo para dejar crecer lo nuevo.

Han sido días de mucha incertidumbre, ¿verdad? ¿Te has sentido nerviosx? ¿Con miedo? ¿Qué has sentido dentro de ti? ¿Cómo estás? Me agrada como se dibuja una sonrisa en tus labios. Te veo.

 

Pienso en ti, porque me inspiras y me das la fuerza que necesita mi corazón para seguir andando este camino junto a ti. Un sendero lleno de obstáculos y oscuridades, pero lleno de posibilidades hermosas que se pueden cruzar como un puente para encontrarnos con ese nuevo sitio donde otros cuerpos, otras identidades y otras familias existen y resisten. 

 

¡Gracias por invitarme a tu mundo y vestirme de esperanza, calma, sabiduría y ternura! ¡Ya estamos aquí! ¿Puedes sentirlo? Quiero decirte que todo lo que has hecho junto a mamá, papá, amigxs y aliadxs es histórico y conmovedor. ¡Gracias por tanto! 

 

Tal vez ya lo sabes, pero en el Congreso de la Ciudad de México actualmente se discute si la ley de identidad de género permitirá que las personitas como tú puedan ser reconocidas, como sucedió en Jalisco, donde ya es posible. 

 

Qué orgullo saber que apenas hace unos días se decretó que lxs jóvenes de 12 a 18 años ya podrán modificar su acta de nacimiento en la Ciudad de México. ¿Lo ves? Poco a poco se abren los caminos gracias a nuestra manada que se mueve, sembrando el ritmo propio. ¡Cuántas historias quedan por narrar!

 

El objetivo es que este cambio suceda en todos los estados de nuestro país. Que nuestra lucha crezca como un tsunami de sueños y que todxs lxs niñxs y jóvenes puedan acceder a sus derechos humanos con dignidad y justicia. Debes saber que todo lo que hemos logrado hasta este momento es gracias a ti y tu historia.

 

Algunas personas están de acuerdo y son parte de la manada de lobos, pero tienes que saber que otras son como los cazadores de quienes hay que escapar. Y quizás nos rondan las mismas preguntas a ti y a mí todos los días: ¿Será posible? ¿Cuándo? ¿Cómo?

 

Recuerda que como todo, esto es un proceso hermoso de transformación. ¿Te acuerdas de los caracoles? Ellos nos enseñan que se avanza pasito a pasito y que ese camino puede ser hermoso. Deslizándonos de un lado a otro, escondiendo nuestros ojitos y sintiendo el aire desde el tallo de una flor. Escalando de pared en pared con tu casa en la espalda para cuando necesites entrar y sentir calor. 

 

¿Cuantas veces las mariposas soñaron con volver a ser orugas para volver a transformarse? 

 

¿En qué se convirtieron los pasos lentos de las tortugas que buscaban el agua?

 

Pon las manos en tu corazón. ¿Sientes sus latidos? Ese es el refugio de todxs las personas que te amamos, te reconocemos y te nombramos una y otra vez en voz alta antes que cualquier documento. 

 

Todo lo que hacemos en manada es importante: cambiar leyes, cambiar lenguajes, cambiar espacios, cambiar actitudes. Pero lo más importante es que sepas que tu voz es el acto más revolucionario que existe y que tu nombre es tu casa. Las instituciones son edificios, son grises. Lo que digan ahí adentro no nos define, aunque luchamos por que nos reconozca.

 

Un aullido colectivo por ti, por ellxs, por nosotrxs. Por todxs. ¡Te reconocemos!

 

Tú siempre has sido tú, y todxs nosotrxs lo supimos desde el primer momento que te vimos dar tus primeros pasos. ¿Te acuerdas? Era como una cuerda floja, te tambaleabas de un lado al otro y nunca tuviste miedo, continuaste hasta llegar a mis brazos.

 

Eras como una semilla a punto de dejar salir sus raíces, llenas de tu nombre: Luis, Alejandro, Leo, Sara, Pamela, Juan, Lilith, Yuri, Pablo, Ale, Sandra, Emilio, Lore, Toño, Ricardo. 

 

Y todxs aquellxs que hacen de su resistencia trans la memoria más tierna que este mundo necesita para dejar de odiar y comenzar a escuchar. 

 

Esta es una carta de amor por ti y para ti. Porque te quiero, porque tu vida importa y porque deseo recordarte que tu fuerza interior es lo que nos moviliza y nos alienta a seguir habitando esta resistencia. 

 

Que la estampida de animales, la plaga de insectos, la orquesta de las ballenas, la parvada de aves y la memoria te acompañen siempre.

 

Tu voz no termina en las palabras. Nunca dejes de gritar. 

 

¡Justicia trans* ahora!


Lia García (La Novia Sirena), 1989, nació en la Ciudad de México, donde actualmente vive y radica. Poeta, narradora oral y artista del performance. Es activista y defensora de los derechos humanos de las personas trans*, aprendiza feminista antiracista en proceso vivo y continuo de des-colonización. Cofundó en 2016 la Red de Juventudes Trans México junto a otras activistas trans. Sus proyectos pedagógicos se han centrado en construir puentes afectivos entre la experiencia trans*, el activismo y el contexto socio político por medio de la performance artística.

Julia Reyes Retana es arquitecta, aunque nunca se ha dedicado a la arquitectura. Tiene un taller y marca de costura, Chocochips Costura de Estación, dedicado a la producción de objetos textiles y a la impartición de cursos de costura y técnicas textiles. Dibuja desde que tiene memoria y la ilustración es la base de la que germinan todos sus proyectos, dibujos que se transforman en cosas. Actualmente dibuja todos los días y a todas horas.

Previous
Previous

Están las que no

Next
Next

A la vuelta de un invencible verano